Popular 1, 50 años en nuestros quioscos.
Cinco décadas cumple la segunda revista más longeva de Europa. Que no solo es española sino que además gira en torno al rock and roll. Topé con ella por primera vez allá por el 89. Y ya desde enero del 90 la he comprado todos los meses, sin fallar ni uno solo. Lo que me hace un viejo del copón. Tratar de explicar el nexo que te une a una experiencia así, es difícil. A menos hayas vivido una idéntica o similar. Llevamos 30 años de estrecha relación.
El Popu celebra sus 50 años con un número de 148 páginas repleto de información. Donde repasan poco a poco su trayectoria. Los creadores del artefacto, Bertha M. Yebra y Martin J.L. se aventuraron en la España tardo franquista con algo realmente marciano para la época. El tiempo ha demostrado que dieron en la tecla. En aquel momento había hambre de una cultura nueva y el rock and roll además de tener ya un pasado importante, estaba en plena ebullición. Bertha provenía del mundo de la moda y el ballet y Martin era fotógrafo y sobre la marcha fueron aprendiendo el oficio. Lo llamativo de la pareja es que al observar fotos suyas con las estrellas de la época, como Freddie Mercury, Nico o Lou Reed, no solo no desentonan con ellos, sino que parecen auténticas estrellas del rock’n’roll.
Podemos identificar dos etapas diferentes en la revista. La primera es digamos la etapa clásica. Y transcurre desde su fundación hasta los años 90. En ella Bertha y Martin eran las caras visibles de la publicación. La segunda comienza en los años 90, cuando César Martín, el hijo de la pareja comienza sus funciones de director. En ambas épocas, ambas con sus circunstancias y sus diferencias sustanciales, han servido para que numerosas generaciones se introdujeran en el rock and roll y exploraran su cultura. Puede sonar cursi, pero han tenido una influencia notable en muchísima gente. Los lectores hemos viajado con el Popu a través de la música más relevante del S. XX y también por el cine clásico, la serie B, historias bizarras (desde gente que se trepana la cabeza hasta desviaciones sexuales), los cómics de la Marvel, leyendas del jazz, estrellas del porno, cómicos, pin-up’s o monstruos como Godzila. Todo formando parte de un todo. De una visión amplia de lo que es el rock’n’roll. Y lo que es más importante, una gran honestidad en la línea editorial. Siempre fiel a su visión y nunca siguiendo modas y tendencias pasajeras.
Evidentemente en el plano personal, al igual que muchos otros lectores, mi relación con la revista ha pasado por muchas etapas. En la primera, yo era un neófito que miraba intrigado sus páginas con fotos de Marc Boland o Stiv Bartors. Para seguidamente, alucinar con todo su contenido. Todo lo que decía el Popu era palabra de dios del rock and roll. Con el paso del tiempo el Popu me descubrió por una parte un montón de música y derivados. Por otro lado me afirmó en otros gustos que ya había adquirido. Nadie ha seguido de forma tan continuada la carrera de una de las figuras que me inició el rock: John Mellecamp.
Una vez adquirido un criterio propio es evidente que es imposible conectar con todo lo que sale en la revista. Por ejemplo, yo nunca he sido oyente de heavy metal, que sin duda es uno de los pilares del Popu. Después llegó el aburrimiento, con la sensación de que la revista era muy reiterativa. Y tras varios tiras y aflojas, el Popu pasa en la actualidad por un momento dulce. Tanto por el contenido de la revista cómo por sus proyectos paralelos.
Abrió fuego Martin con dos novelas: “Pasión Inmortal & The man in black” y “Ann & Eva. Country-Rock Love”. Por su puesto con marcadas influencias musicales. Posteriormente se han publicado más libros relacionados con la revista, editados y revisados por César Martin. Varios volúmenes que recogen textos de la mítica sección “No me judas, Satanás!!” (sin duda la más especial y la favorita de los lectores) y otros volúmenes que con antiguos reportajes y entrevistas de la revista, “Archivos”. Próximamente se prevé la salida del libro de memorias de Bertha. Lo más llamativo de la publicación de los libros es que en la era de las autopistas de la información y de elaboradas técnicas de marketing y distribución digital, únicamente se pueden adquirir por correo. Método decimonónico donde los haya, pero que conserva ese aroma de que son algo realmente especiales.
Antes de irnos un pequeño reproche. No he visto que casi nadie, a parte de los lectores de la revista y dos periodistas más, que haya hecho mención que una revista española haya cumplido 50 años de publicación ininterrumpida. Mérito este que se tendría que reconocer mínimamente, al menos, por los profesionales del sector. Lo que me hace pensar que hay muy poca unidad y respeto mutuo en el sector editorial y cultural del país.
En fin. Los lectores somos ya una pandilla de puretas y no parece que cuando la familia Martin deje de estar al frente, el Popu pueda continuar. Quizás podrían hacer como Kiss, que siguiendo el ejemplo de Los Panchos, quieren fichar a suplentes para que puedan seguir actuando en vivo.
Mientras tanto, ahí estaremos. Hasta que el cuerpo aguante.